A Tamames hemos de ir

Como a Pamplona, que tanto a gusta a su alcalde, Carlos Navarro, sanferminero de pro en sus años mozos. Y es que la villa pucherera de Tamames, localidad puente entre el Campo Charro y las sierras celebra esta fin de semana y hasta el próximo miércoles las fiestas patrones en horno al Santo Cristo del Amparo. Se trata de las fiestas con más rumbo de la comarca, las más jaraneras y las que atraen a miles de personas para disfrutar de un cuidado programa, con las mejores orquestas, variedad de actividades y ¡cómo no! en un lugar de devoción al toro bravo –no obstante al lado pastan las afamadas ganaderías de El Pilar, el Puerto de San Lorenzo, Adelaida Rodríguez…- la programación taurina cobra máximo interés con sus multitudinarias capeas, clases prácticas de la escuela taurina de Salamanca, novillada sin caballos y magnífica novillada picada.

Pueblo de gentes hospitalarias y abrigadas a su nobleza natural hacen sentir al forastero como en casa para sentir como propias las fiestas programadas por un ayuntamiento presidido por Carlos Navarro, alcalde que ha logrado posicionar a la villa de Tamames en una privilegiada posición al crear una importante infraestructura y tener la visión de ser su privilegiada posición como pueblo puente entre dos inmensos territorios de la provincia, la charrería y las sierras.

Los carteles, como se puede ver, son de máximo interés. Ahí esta la novillada del domingo, con reses del Puerto de San Lorenzo pare al francés El Rafi y dos salmantinos que tanto han dado que hablar; uno es Manuel Diosleguarde, hecho ya para empresas mayores, con enorme solvencia y capacidad para sorprender a todos los públicos por el talento que atesora; el otro es Valentín Hoyos, albercano que lleva una temporada marcada por golpes de efecto gracias a su interpretación de un toreo de gusto.

El plato fuerte llega el martes con la picada que lidia reses de La Glorieta –la ganadería que fundase el querido Julio Robles en la finca del mismo nombre a escasos veinte kilómetros de Tamames-. Esa tarde torea Jesús Enrique Colombo, importante valor de su escalafón; Marcos –de la familia ganadera de Garcigrande- y el enorme atractivo de David Salvador tras su injusta ausencia de la finalizada feria de Salamanca. David Salvador, novillero de corte clásico, llega a Tamames en un interesantísimo final de temporada con su presencia, además de la mencionada, en Guadarrama, en Arnedo -ciclo del Zapato de Oro- en inmediatamente volará a México -¡querido y lindo ahora más que nunca!- para presentarse en La Monumental del Distrito Federal. Será una ocasión ideal para volver a disfrutar con su exquisitez que la empresa charra abra los ojos ante tamaña injusticia cometida contra él.

El miércoles se cerrará la programación con una clase practica y esa noche, Tamames, dirá a adiós a sus fiestas. A unas fiestas que bien merece la pena vivir y además disfrutar, junto a su programación, a su gastronomía –el cocido esté elevado al culto gastronómico-, sus paisajes… antes de visitar sus concurridas tabernas donde la hospitalidad siempre está presente.

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

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