El sorteo de Madrid: novedad y…

Encendidas las alarmas en el necesario cambio de rumbo que necesita la Tauromaquia, ahora todos se aferran con ilusión al sorteo que prepara Simón Casas en Madrid. Hasta le han llovido bendiciones a este astuto francés que ha firmado tan polémica gestión al frente de Las Ventas y ahora ha buscado una jugada de calado popular y con efectos en los medios para acallar tanta polémico como rodea a su gestión. De momento, como por arte de magia, se han olvidado de las novilladas con las que ha estrellado tantas ilusiones de chavales en Madrid, de ridículos como acartelar en una novillada a Javier Velázquez, quien a sus ¡37 años! y como era era de esperar dio un señor petardo. Del mal trato que reciben la mayoría de los toreros modestos. O de cerrar la plaza durante los domingos del verano para perder la tremenda tradición que atesoró Las Ventas durante las tardes dominicales del estío.

La decepción contra Simón Casas es evidente en todos los sectores de la afición madrileña y en numerosos profesionales quienes ya están hartos de su verborrea de promesas incumplidas que han llevado a Las Ventas a una situación complicada. Por que se une la nefasta labor de la Comunidad de Madrid, quien lleva tiempo sin saberla dignificar. Y más ahora con esas obras que la adecuarán para otros espectáculos –algo que conducirá a que los toros, el cometido para la que se construyó, cada día tengan menos protagonismo-.

Ahora con el sorteo se han olvidado la infinidad de chanchullos de quien es el peor empresario que gestionó esa plaza. Y ojo, las cosas como son, el sorteo está muy bien siempre que no sea solamente de uan manera puntual, porque debe seguir para San Isidro. Ese sorteo dignificará la Fiesta y acabará con las figuras que llegan con sus toritos a las ferias, trayendo además una necesaria criba en el escalafón. Me parece perfecto y lo apoyo, aunque con las reservas propias al ser Simón Casas quien lo pone en escena, porque este hombre guarda más que enseña y genera tantas dudas en su hacer. Y no olvidemos, por ejemplo, que a Talavante le costó un mundo entrar y cuando le decía que no -apoyado por Matilla y Ramón Valencia-, un artículo desde esta web abrió los ojos para entrar en razones la empresa y despertar al toreo de su letargo.

 Esperemos que sea digno, sin bolas calientes y el inicio para hacerlo en todos los ciclos con la finalidad de dignificar la Fiesta en parte para que despejen el camino tantos toreros que han hecho de ella su caldo de cultivo. De esa manera, siempre que le toque en sorteo, para 2019 podemos imaginar al Juli matando, por ejemplo, una corrida de Alonso Moreno en San Isidro; a Enrique Ponce, imaginen, la de Miura; a Morante, pongamos por casa, con La Quinta. ¿Creen que en esa situación alargarían mucho sus carreras? Un día las matan o dos también porque atesoran sobradas condiciones para ello, pero sorteando toda la temporada…

 Y ahora con el sorteo ya convertido realidad le damos la bienvenida, aunque sin olvidar las mencionadas reservas; no tampoco el desastre de gestión que ha llevado a cabo Simón Casas en Las Ventas, que es un atentico atropello a la grandeza y categoría de la que siempre fue la cátedra del toreo.

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

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