Otro año más El Juli se empeña en ser el protagonista de Sevilla. En la reina del baile abrileño y por tanto de enredar los primeros compases de la temporada con sus exigencias en una clara falta de compañerismo ante otros matadores de máximo nivel y que siempre dieron la cara en La Maestranza. Cuando debería pedir perdón por dejar tirado a ese público sigue fiel a su política de pensar solamente para él. De una clara falta de solidaridad y de abusar de su condición en vez de facilitar.
Si en las dos últimas ediciones de la feria se dedicó a liderar una conspiración contra la empresa, en esta no deja a guerrear en los despachos, entorpecer la organización del ciclo y tener atascadas las negociaciones con otros muchos toreros que a estas alturas de enero ya deberían tener firmados sus compromisos. ¿El problema? No hay otro que la empresa Pagés, o lo que queda de ella, ha hablado primero con Morante y él le han dado la ‘pol’ para elegir las cinco ganaderías y ahí El Juli ha mostrado un falso orgullo para llenar de chinas el camino al creerse que su barco era el único que debe navegar en los mares del toreo.
En tiempos que todos deben defender la Tauromaquia y dejarse en paz de guerras, El Juli sigue fiel a sus principios de pensar por encima de todo en el dinero. Como hizo recientemente cuando toreó en La México, que fue una vergüenza, o el año anterior en muchas ferias. Es lo que ahora pretende en América. Con lo fácil que sería para Ramón Valencia, el superviviente del imperio Pagés, de darle un portazo y organizar una gran feria con la importante baraja de toreros que dispone. Porque Sevilla también tendría una gran Feria de Abril sin El Juli, que piensa que este baile del toreo es solamente suyo. Por eso, la empresa haría una gran favor a la afición dejando fuera a quien solo piensa en él. Y quien lideró la cruzada para tratar de hundir a esa plaza durante las dos últimas temporadas.
Y eso ocurre cuando se han conocido la cartelería de dos de las primeras ferias del año taurino. La de Valdemorillo, coja por la falta de una novillada y por tanto sin ayudar al futuro, como fue siempre esa feria, que mezclaba carteles de novilleros con corridas de toreros de segundo nivel. Y también la de Olivenza, ciclo de clavel, del toro chico y el triunfalismo dominado por la sangre ‘domecq’ en las divisas de Garcigrande, Victoriano del Río, Núñez del Cuvillo y Zalduendo.
En fín, nada nuevo en el mundo y nada por descubrir. El toreo sigue igual, las figuras a llevárselo, de las novilladas de olvidar y del toro, el mismo.
Típico comentario, que en realidad no dice nada. No es verdad, que Juli tengo parada la feria. Está en plena negociación. Y es más, ha facilitado el acuerdo final con Morante y Manzanazares al aceptar dejar la ganadería de Garcogrande
No estoy de acuerdo en que sea un comentario que no diga nada, quizás sea un comentario en el que se diga «más de lo mismo». Pero con toda la razón del mundo, pues en él se denuncia que los mandamases del escalafón son insaciables y que lejos de apoyar, siguen exprimiendo lo poco que queda de la desgastada fiesta.
En el presente caso, Juli no es imprescindible en Sevilla y me atrevería a decir que ni necesario. No entiendo sus exigencias, pues si no aparece por la maestranza no se le echará de menos.
El Jueves 14 de Enero fue la primera reunión (de verdad) para negociar la contratación de Juli en Sevilla, entre Pagés y Luisma Lozano, ayer día 20 de Enero, la prensa sevillana anunciaba el acuerdo. Es decir, que en menos de una semana, se ha llegado a un acuerdo sin ningún problema. ¿Y ahora qué?