Sí, Madrid para ganar una guerra que debe ser la madre de todas las victorias. Y en el escenario del mediodía de San Isidro, que es la fecha taurina más emblemática con cartelazo por la tarde en Las Ventas. Ahora, que el toreo ha despertado queda la consolidación y que lo de ayer de Valencia tenga continuidad para restablecer el orden después de tantos vaivenes. Para mostrar el orgullo hacía una Fiesta única que es un incesante manantial que ha inspirado a todas las artes.
Lo de Valencia ha sido la primera gran traca del toreo para hacerse valer y comenzar a defenderse. Primero para tratar de apuntalar a la Fiesta en el momento que estaba herida y a punto de derrumbarse; después para fortalecerla y eso debe ocurrir gracias a la una manifestación que se celebre en Madrid y esté a la altura de las más grandes celebradas en la capital.
No estuve en Valencia físicamente, pero sí de sentimiento. Ese domingo mi corazón bombeaba sangre taurina con mi recuerdo de gratitud a a las miles de personas que llenaron esas hermosas calles en la que ha sido la segunda manifestación más grande que acogió la luminosa capital mediterránea (la más cuantiosa ha sido la celebrada el día siguiente del fallido golpe de Tejero, allá por 1981). Fue algo importante y por primera vez el toreo acaparó todos los titulares gracias a la fuerza de su unión, que era algo de lo que siempre había cojeado.
La gran manifestación taurina debe celebrarse en Madrid el día 15 de mayo, festividad de San Isidro y domingo en esta ocasión, que es una fecha identificada en el corazón del mundo del toro gracias a la Feria de Madrid, la más importante del mundo, la que da y quita. Ese es el momento de dar el golpe de timón que se necesita y Madrid debe ser más taurina que nunca ese día para que, entre parejas de chulapos que van a la pradera del Santo, el centro de la capital albergue la manifestación cultural jamás conocida. Con decenas de miles de personas llegadas de toda España. Con todos los profesionales y aficionados mostrando el orgullo de esta Fiesta que nos identifica.
Allí deben estar los grandes maestros que siguen despertando añoranza, junto a nombres ilustres de la actual torería, los ganaderos y la Cultura al completo. También el mundo del periodismo que deben volcarse en sus tribunas para apoyar al toreo en las horas que más lo necesita. Y también la gente del deporte con significada pasión por la Fiesta y también, claro está, todos los políticos normales (absténgase los corruptos, oportunistas y figurantes) buscando el compromiso de socialistas de distinguida afición, porque el PSOE siempre ha sido un partido taurino, aunque los memos que lo mangonean en la actualidad ignoren esa evidencia, sin dejar al margen a los demás colores con gentes de reconocida pasión taurina, que las hay a montones.
Esa gran manifestación hay que llevarla adelante en el significativo mediodía festivo de San Isidro para que toda Europa y el mundo sepa qué es la Tauromaquia y lo que aporta. Desde ya debe tomar impulso esta idea y prender la mecha, porque es el momento de trabajar, de buscar la unión, de motivar a las peñas para fletar autobuses y paralizar Madrid bajo la bandera del orgullo taurino que siempre distinguió a esa capital para que la Fiesta recupere el brillo que nunca debió perder y ganar una guerra que debe ser la madre de todas las victorias.
Efectívamente, todos a Madrid.
En Madrid hay que doblar la asistencia, hay aficionados y profesionales suficientes para ello.
Estoy de acuerdo contigo
Bernardino Basas