El error de Diego Urdiales

Sevilla sintió el poso torero de Diego Urdiales en su primer Jandilla, aunque supo a muy poco. Fueron unos chispazos brevísimos que forman parte de la tarjeta de identidad artística de este riojano que es un lujo y guarda entre sus alamares el secreto de la torería. Ese Urdiales de las ráfagas de arte que nos regalaba cada año en Madrid, en Bilbao, en Francia o en su Logroño frente al toro que trae emoción. Era aquel Urdiales, anterior a esta temporada, que hizo sentir el poso de su verdad y la elegante torería, con la planta asentada para hacer las cosas despacio, acariciando con su temple para dominar con su pequeña planta de torero grandioso.

El riojano, que se hizo con un sitio en el corazón de los aficionados, que se hicieron seguidores suyos porque guardaba una esencia perdida y era un lujo para el toreo actual, porque traía tanta sinceridad en su interpretación. Lo hizo mientras fue independiente y luchó tanto con Luis Miguel Villalpando, que se rompía la cara en los despachos. Pero sin encontrar la llave que abriera la cerradura del ‘sistema’, por lo que en hasta cierta ocasión cambio de aires tras escuchar los cantos de sirena de Santiago López, en una decisión que no fue más un desastre por la irresponsabilidad del taurino de Granada que era era ‘otro’ delante las cámaras del Plus o los micrófonos de Molés. Desengañado Diego regresó al nido del que voló y comenzó otra etapa con Villalpando, en la que pronto volvió a recuperar su sitio de torero de postín.

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Así hasta que este pasado invierno ficha por la FIT mejicana con la condición de que Villalpando sigue a su lado. Y con la FIT -¡horroroso nombre más propio de una compañía eléctrica!-, cumple su ilusión de acartelarse en las ferias en este 2016 en los que se anuncia con corridas que él no veía más que en fotos -Jandilla, Victoriano del Río, Zalduendo…-. Son las llamadas ganaderías comerciales y que, el ejemplo de ayer es una muestra, se estrelló contra un saldo impresentable que tumbó sus ilusiones. Y eso que Sevilla, atan cambiada de unos años para acá, estaba loca por aplaudir su éxito para convertirlo en el torero de sus preferencias desde que Romero cantara su grandeza. Por eso nadie lo tuvo tan fácil en esta Feria de Abril y a sus administradores de la FIT, que únicamente saben de números y no sentimientos, se le fue esa oportunidad para haber negociado una corrida digna para triunfar y no frente a las burras de Jandilla.

Si me gusta verlo en Madrid con la Fuente Ymbro, que tiene casta, pero no con el encierro de Alcurrucén –a pesar del importante éxito del pasado año en Bilbao-. En la gran cita de San Isidro debería haber apostado de nuevo por Adolfo, que tanta gloria la dio en buscar de tomar el camino fácil. Por que este Diego con las ‘comerciales’, aunque mantenga su poso y su torería -como los chispazos de ayer en Sevilla, aunque saben tan poco-, ya no es el torero que busca quien acude a embargarse por la emoción. Y con la FIT, después de lo lamentable que está el ‘sistema’ tendrá más fácil entrar en las ferias, pero también se pierde en parte la esencia con la que Diego Urdiales se hizo torero de culto.

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Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

2 comentarios en “El error de Diego Urdiales

  1. Luego se quejan de los anti taurinos y del partido animalista, lo de ayer de Sevilla fue una vergüenza y los comentarios de los locutores otra, toros que eran como borregos que no se tenían en pie y los locutores decían que tenían mucha clase.
    Lo último es decir que el torero tiene que cuidar al toro, cuando yo siempre he pensado que lo que tiene que hacer es cuidarse de el.
    Lo dicho, sigan así y no hará falta que nadie pida que se prohíban los toros. Animo que ya falta poco para que esto se vaya a la mierda

  2. Esto ya lo sabía yo desde el mismo momento en que se anunció el apoderamiento. Urdiales al apoderarse con la FIT va buscando subirse al tren del toro chico y del billete de grande. Ahora, más le vale al riojano triunfar muy fuerte en las plazas importantes (Madrid, Bilbao, Pamplona, etc.) porque sino la FIT lo dejará tirado. Son varios los ejemplos de toreros interesantes que no eran figuras y dejaron sus carreras en manos de grandes empresas, no triunfaron y quedaron apartados en la cuneta del ostracismo. Véase Gallo o Leandro por poner dos ejemplos.

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