Álvaro de Arriba ya es un símbolo del Campo Charro. Un ejemplo de admiración al lograr acariciar el éxito después de tanto esfuerzo. Él ha sido capaz de paralizar a una comarca para auparlo en su carrera y hacer latir los corazones en esos maravillosos sprint que lo han llevado a los cielos de la admiración. Lo ha hecho a su corta edad -solamente tiene 21 año- y con todo el futuro por delante, con toda la gloria por disfrutar y ser acaparador de la admiración mundial desde el podios. Ya soñando con ese Tokio-2020 que suena tan bonito y es la meta para que su nombre ya sea una leyenda.
Ha sido el primer olímpico del Campo Charro, quien ha abierto una barrera que parecía infranqueable en una zona que nunca se caracterizó por ser cuna de atletas. Y menos en el ámbito de Álvaro, quien corre por las pistas del mundo con los valores de la sencillez y la humildad, sabedor que la gloria únicamente llega tras mucho sacrificio.
Su mérito es enorme. Porque basta decir que nunca lo tuvo fácil en esos inicios que se planteaba ser atleta y ya corría más que un galgo. Una fe ciega en sus posibilidades y contar con una persona de la categoría de Juan Carlos Fuentes, su entrenador, obraron el milagro después de miles de horas de entrenamiento. Pero por su cuenta, entrenando por libre, pagándose ellos la ropa y sin ninguna ayuda oficial hasta que ya su nombre sonó con fuerza en el panorama del atletismo.
De entonces lo recuerdo corriendo muchas tardes por los alrededores de La Fuente de San Esteban, pueblo al que llegó su familia cuando él era un niño desde la cercana villa de La Sagrada -su pueblo natal-. Entonces quién iba a decir que las zancadas de aquel chaval rubio e incansable era n las primeras luces de quien ahora es nuestro orgullo. Del mayor embajador de la charrería y que ha llevado el nombre de este rincón, tradicionalmente tan olvidado y con un grave problema de despoblación, por todo los rincones del mundo.
Fruto de la admiración y de tanto como le debemos, este mediodía -a partir de las 13 horas- tendrá su merecido reconocimiento popular en la Plaza Mayor de La Fuente de San Esteban. Se trata de un acto público y donde también el Ayuntamiento de La Fuente de San Esteban lo nombrará Hijo Adoptivo de la Localidad. Recién llegado de los JJOO de Río será agasajado desde la sencillez y el afecto con el mismo orgullo que se tiene a los generales en el regreso triunfal del campo de batalla para llenarle de medallas su guerrera.
Bienvenido Álvaro a tu casa y gracias por darnos tanto.