Palomo Linares y Juan José, la historia de una amistad

Vaya este recuerdo para Juan José y Palomo Linares, dos grandes toreros que en la calle fueron muy amigos, ambos ya desaparecidos. Hace algo más de tres años que Palomo Linares fallece y entonces Juan José vivió con enorme tristeza la muerte de su amigo. Ahora, el destino, ha querido que vuelvan a encontrarse y, allá en la eternidad, ya se habrán dado un gran abrazo de bienvenida.

Aquel día que Palomo se fue a la eternidad, sobre el recuerdo de Juan José rebotaban infinidad de vivencias compartidas durante los muchos años que estuvieron unidos. Desde 1967, a raíz de ser apoderado el diestro charro por Manolo Lozano -verso suelto del clan de Alameda de la Sagra-, y le presenta a Palomo Linares, apoderado por sus hermanos. Aunque Manolo y sus hermanos llevasen las cosas por separado, sí existía confianza entre ellos para facilitar y allanar los caminos.

Por esa razón, Manolo Lozano une el destino de Juan José con el de Palomo con la finalidad que entrenase a su lado y viviera en torero durante el invierno. Jóvenes y ambiciosos, aunque con distinta interpretación, pronto surge la íntima amistad entre ambos fruto de tantos momentos como pasan juntos. Tentaderos por la sierra de Madrid; en la finca Navalcaide, del maestro Domingo Ortega; por tierras de Toledo o la serranía de Jaén. Tardes de montería en Los Yébenes o Los Montes de Toledo; infinidad de viajes cuando uno estaba anunciado y el otro tenía la fecha vacante. Partidas a las cartas en la sobremesa junto a paisanos de Alameda de la Sagra después de almorzar en el santuario gastronómico de la ribera del Tajo llamado ‘Casa Pablo’, de Aranjuez. También días de fútbol en el desaparecido Vicente Calderón gracias a la amistad con los jugadores rojiblancos, aunque después a Juan José acabaría pudiéndole su sentimiento al conjunto blanco de Chamartín. O tantas vivencias que ahora salen a revolotear de los almacenes del recuerdo para hacer aflorar la emoción.

Las largas estancias de Juan José en El Palomar fomentan también lazos de amistad con la familia de Palomo Linares, quienes a lo largo de estos días informaban al instante de la gravedad existente a su alrededor. Porque  con su familia nunca dejó de manar el manantial del afecto, a diferencia de Palomo Linares, quien al matrimoniar con Marina Danko vive un alejamiento, una vez que la colombiana aparta al diestro de sus antiguas amistades, pero lo que jamás pudo borrar son los sentimientos. Por eso, a partir de entonces, en las ocasiones que se volvieron a encontrar por los caminos de la vida surgía el sincero abrazo de la amistad entre quienes fueron hermanos del alma.

Vivencias en la vida y en el ruedo. Como la reaparición de Juan José tras el terrible accidente de circulación que lo privó de la visión de un ojo toreando ambos un exitoso mano a mano en la plaza riojana de Haro. O incluso también en la alternativa del maestro de La Fuente de San Esteban estuvo presente Palomo Linares. El motivo es que Juan José, que era el sol de la novillería de 1968 y dejaba entrever que estábamos ante un torero de postín, se iba a doctorar en la tradicional corrida del Motín que celebra Aranjuez el ocho de mayo de manos de Julio Aparicio y con Palomo Linares. Sin embargo ocurre un imprevisto que cambia el proyecto al sufrir Palomo Linares  un grave percance el ocho de agosto en Málaga. Esa circunstancia provoca que Manolo Lozano hable con sus hermanos para adelantar la alternativa y hacerse con las sustituciones del diestro de Linares, quien tenía completadas todas las fechas del mes de agosto.

Tiempo después, Juan José fue testigo de la confirmación de Palomo, con Curro Romero de padrino. E incluso en 1972, en la histórica tarde que cortó el rabo a ‘Cigarrón’, el toro de Atanasio, el salmantino estuvo a su lado acudiendo en su mismo vehículo a la plaza, presenciando la corrida en el callejón. Y a su lado disfrutó del éxito en ‘Gitanillos’ (la sala de fiestas propiedad del torero Gitanillo de Triana’).

Luego, el destino los separó, pero nunca la afinidad. Y una prueba de ello es que Palomo se preocupó por la nueva andadura de Juan José en el camino del apoderamiento y allí estaba en la presentación de Alejandro Marcos en Madrid para mostrar la fidelidad a su gran amigo. Ese día, Alejandro Marcos le brindó el novillo del debut “por lo gran maestro que es y por el cariño y afecto que siempre escuché a mi apoderado hablar de usted”.

Ahora que se ha ido Juan José, seguro que Palomo Linares habrá salido a recibirle en las puertas de la eternidad para darle la enhorabuena e irse ambos a las praderas celestiales para torear ambos el toro de San Marcos.

PD: La foto de la portada, ‘herrada’ por Antonio Quevedo Muñoz, está tomada de la red. 

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

4 comentarios en “Palomo Linares y Juan José, la historia de una amistad

  1. Buen y humano artículo Paco en la hora del adios de Palomo Linares.Recuerdo en estos momentos la foto de Madrid de hace un año o dos en la que estais Manolo Lozano,Juan Jose,Juan Mora y tú.Que buen hueco le hubierais hecho a Palomo.Muy querido por diferentes estamentos sociales y que reunía ,al final de temporada,en su finca a un montón de gente para pasar una velada de amigos.Más de un año anduvo Julio Robles en el evento,convertido en acontecimiento anual.
    Gracias por ponernos al tanto de secuencias de las vidas de protagonistas de la Fiesta.
    Saludos y d.e.p.este torero de raza al que ví morderse los labios ante la intransigencia de una parte del público venteño durante un buen puñado de años.

    1. La muerte de Palomo.me.ha desgarrado.
      Participe con el pelicula NUEVO EN ESTA PLAZA y con el inolvidable.ALFREDO.LANDA QUERIDO PACO.NOS.UNEN.MUCHAS COSAS Y ENESTA.OCASION.TAMBIÉN EL INMENSO DOLOR

  2. Cariñoso y muy bien cuajado artículo, artículo. Cuántas veces escuchamos al maestros de la Fuente nombrar con profundo apego a «Sebastián» , como siempre hacia referencia del torero de Linares.

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