Te queremos, Mariano. ¡Salamanca está contigo! ¡Y más que nadie el oeste de nuestra provincia! Gracias a ti nos acaban de lavar la cara y dejarnos la mar de curiosos para estar este lunes más bonitos que San Luis ante tu presencia. Estábamos hechos unos zorros y no había manera que nadie se dignase a parchear las carreteras y a dejar las cunetas limpias de maleza. También los miradores para apreciar la maravilla del Duero/Douro en el impresionante cañón que separa a España de Portugal y desde esta semana está como los chorros del oro. Todo gracias a ti, así que visítanos con más frecuencia.
Mira, si no vienes aquí nos dejamos la piel en estas carreteras ajenas de mantenimiento, carecemos de numerosos servicios e incluso con frecuencia también falla la cobertura en la telefonía móvil, wifi… Y no te digo si hay tormenta, entonces al primer trueno se va la luz, en ocasiones durante horas. ¡Imagina la que lían si ocurre en otros rincones! Ahora, gracias a tu presencia este lunes en Vega Terrón, después de atravesar media provincia, la carretera está más vistosa para que tu coche no bote y puedas disfrutar de estos paisajes sin marearte, que ya verás cómo te van a llamar la atención. Te gustará este rincón, el oeste del oeste, donde nadie te pidió nunca nada a pesar de ser una comarca abandonada y semi desértica, con la población muy envejecida. Para que entiendas, Mariano, estos rincones están en el más absoluto de los olvidos, al igual que Las Hurdes antes de la histórica visita de Alfonso XIII.
Te informo más: A medida que llegues a Vega Terrón, con el paraíso de Barca D’Alva al fondo, verás un impresionante puente metálico a tu izquierda. Pertenece al Tren del Duero -la joya de los ferrocarriles europeos- del que, a lo mejor, has oído hablar y el mismo que se adentra en Portugal a través del Puente Internacional –justo pasarás debajo de él- y al lado de donde vas a tomar el barco para navegar el Douro. Ya verás qué bonito es eso, majo –valga esta expresión tan charra-, te va a encantar y ojalá te intereses por él para ver si se encienden las bombillas de tu inteligencia y decides reabrirlo. Ah, ¡por cierto!, no creo que ninguno de tus muchachos/‘chalanes’ de confianza te indique que muy cerca se construye la única mina de uranio de Europa y destrozará amplios parajes tan maravillosos o más que esos que admiran tus ojos gallegos. Pero fíjate, esa salvajada de mina que te ocultan tus gentes -¡a saber!- lo mismo estos días en la cumbre ibérica tu colega luso te la recuerde y hasta seguro te leerá la cartilla –otra expresión utilizada en Salamanca para reñir-, porque ese bello tesoro llamado Portugal se niega a ser el desagüe de las aguas envenenadas de España que maten su viñedo y contaminen su aire, ¡faltaría más! ¿Entiendes, Mariano? Pues eso, que tus muchachos/’chalanes’ no te molestan y callan al traer a esta zona lo que nadie quiere, la mina envenenada de la muerte.

Esa corte mirará para otro lado. Ya saben que quien proteste no ‘sale en la foto’. Irán con sus corbatas ‘gavioteras’, para aclamarte y una vez que zarpe el barco por aguas del Douro imitarán al televisivo Marco cuando decía en el muelle de un puerto italiano “no te vayas mamá” –porque eres una madraza para ellos- y alzarán la mano derecha -eso primordial- en el momento de iniciar la navegación al interior de Portugal y en la otra aguardarán el pañuelo para secarse las lagrimas, porque las despedidas siempre son muy tristes. A partir de ese instante aquí volveremos a la rutina del abandono, aunque no te preocupes si alguien hubiera osado con preguntarte por reivindicaciones, que no dejan de ser amargados al uso -como dicen tus muchachos/’chalanes’- bien puedes dormir muy muy tranquilo, que estas gentes te seguirán votando para continuar siendo Castilla y León el granero del PP. ¡Aunque la tengas a pan y agua!
Por eso vuelve más. Gracias a tus visitas se espabila para dejar coqueto ese rincón de Salamanca que casi no sale en los mapas –al igual que Macondo, de García Máquez-. Y eso que son algunos de los parajes más paradisiacos de la vieja Iberia. Pero bien sabes tú que donde no se molesta hay que dejarlos vivir. ¡Ah! y no se te olvide preguntarle a Javier Iglesias, el presidente de la Diputación salmantina, que estará allí haciéndote las obligadas reverencias, por la gestión de ese muelle fluvial que pisan tus pies. Aunque él echará balones fuera, que para eso tiene tanto arte como Sergio Ramos evacuando el peligro del área.
COLETILLA FINAL: Lo dicho, Nano –perdón con la confianza, pero tanto verte en la tele uno ya se toma estas licencias-, ven más, que al menos con tus visitas luciremos más bonitos que un San Luis 