Guijuelo ha dado otra vuelta de tuerca al cartel pendiente de sus fiestas patronales que celebra en la virgen de agosto en honor a la Asunción. Y lo ha hecho con la informalidad como bandera contra los intereses de varios toreros a quienes prometieron que torearían y para ello le dijesen que reservasen la fecha.
Si hace meses anunciaron ya el mano a mano, para el dieciocho de agosto, entre El Juli y Diego Ventura, aún faltaba que rematar la otra corrida, la del día quince En principio y hasta hace pocas era firme que toreasen seis espadas de Salamanca -López Chaves, Juan Diego, Javier Castaño, Eduardo Gallo, Damián Castaño y Alejandro Marcos- con toros de diferentes ganaderías (cada espada se llevaba su toro y después el ayuntamiento se lo liquidaba), algo con alicientes al ser distinto y con atractivo. Faltaba un espada, después de que Juan Diego no pudiera estar el estar ocupado en sus obligaciones de representación con Paco Ureña; entonces, después de varias propuestas y no encontrar al educado, tanto el Ayuntamiento como el gerente han decidido cambiar de planes y programar la clásica corrida de tres toreros. De una terna. Y aquí llega la parte oscura de esta situación después de que varios de los matadores que, inicialmente, iban a comparecer ahora quedan sin torear al decir que no a otras posibilidades que se le presentaron para hacer el paseíllo en la torerísima fecha del quince de agosto. Uno de ellos es el de Damián Castaño, quien al comprometerse con Guijuelo dijo no a otra corrida. Ahora tendrá que estar esa jornada sin torear y con la amargura de ver cómo han faltado a su palabra. Que en el toro la palabra y el apretón de manos siempre fue el contrato más válido. En fín, que otra vez juegan con las ilusiones e intereses de un grupo de matadores de toros, con promesas incumplidas en otra página de la Tauromaquia charra escrita con la tinta sucia de la injusticia y siendo los propios taurinos quienes más lastrar la Tauromaquia.
COLETILLA FINAL: En este momento, todo indica, que del cartel inicial solamente toreará Alejandro Marcos, que se acartelará con otros dos espadas.
Gracias Paco, por esta triste información.
El toreo se va adaptando a los cambios sociales (como algunos tanto desean), es decir, a la falta de valores, de la palabra, de la seriedad, de la verdad…
Tauromaquia del Siglo XXI la llaman… Yo no la acabo de tragar.