Pamplona ha sido la última plaza en pisar ese charco de la desidia taurina, infectado por el ‘sistema’ y sus intereses. Ese ‘sistema’ que, con su particular metástasis, está dejando tan gravemente lastimado al toreo. En Pamplona ha sido, concretamente, en la novillada inaugural que abre el ciclo justo en el la víspera del chupinazo que llena las calles de la vieja Iruña de jarana y alegría alrededor del toro, con miles de jóvenes que cada mañana se juegan la vida en los encierros, sin más medios que su fondo físico y un periódico doblado en forma de tubo para incitar al toro.
La novillada de Pamplona siempre fue una oportunidad para una terna de jóvenes con ganas, aspiraciones e ilusiones. Para chicos que de verdad querían ser toreros sin importar da dónde venían, ni su condición, solamente por sus ganas de ser, su ambición y entrega. Así ocurrió hasta en la venidera edición, donde los enchufes e influencias han estado presentes. Se salva Francisco de Manuel, quien en Madrid dio la cara, triunfó y está por sus propio méritos
Tiene un pase Toñete por sus orígenes navarros y la entrega en Madrid desafiando al aguacero. Pero no olvidemos que Toñete ha sido un torero que ha llegado con todas las bendiciones por ser quien es. Aunque su acartelamiento en Pamplona se entiende también hay que apuntar que ya estuvo presente el pasado año con la del Parralejo. Por lo tanto, allí que no hay tradición de repetir a los novilleros, no se le esperaba.
Sin embargo la fractura más grave es la contratación del sevillano Alfonso Cadaval, quien es lo que es en el toreo por ser hijo de César Cadaval, la mitad del dúo Los Morancos. César, el padre y famoso humorista, es un hombre de reconocido prestigio social y eso le ha servido para torear en Sevilla, en Madrid y en distintas plazas, no por sus méritos artísticos, porque en ninguna de las oportunidades ha demostrado nada, ni se ha ganado nuevos contratos con su hacer artístico. Ahora, el colmo, es verlo anunciado en Pamplona, donde como se sabe en la organización de ese ciclo cobra un papel fundamental el sevillano Miguel Criado, hijo del inolvidable Potra, quienes es un hombre fuerte en la Casas de la Misericordia y quien siempre abrió esa feria a las gentes del toro de Sevilla. Ahora, dejando influir ha hecho gala de formas caciquiles para que pueda toreas Cadaval ha hecho un gran daño al prestigio de Pamplona. Porque acartelarlo sin atesorar ningún mérito es fracturar esa feria al dejar en la cuneta a chavales que de verdad se lo merecía, además de hacer perder la gran categoría que tuvo siempre de llevar solamente a quien se lo merece de verdad.
Tienes toda la razón Paco. La novillada rechina por todos los lados. En las corridas ha inclusiones muy merecidas. Otras no tanto.