José Luis Gonçalves, un torero roto y olvidado

El torero portugués -de nacencia angoleña- José Luis Gonçalves lleva casi seis años en estado vegetal. En horrible situación tras sufrir un accidente y con nulas posibilidades de salir adelante al ir limando el tiempo la esperanza inicial por recuperarse. Postrado, inerte, en un hospital de Casçais han transcurrido cuarenta y dos meses desde que un accidente truncó su vida y la información sobre él llega con cuentagotas. Pero ninguna oculta la realidad del drama que asola al entorno de este torero que se hizo matador en la feria de Badajoz de 1994, de manos del maestro Juan Mora y con Finito de testigo.

No cayó en las arenas al igual que otros, pero no por ello hay que olvidar a este diestro que tuvo días gloriosos en España en su época de novillero. Sobre todo el impacto causado en su presentación en Las Ventas -el seis de septiembre de 1992-, recogida de la siguiente forma por el maestro Joaquín Vidal en las páginas taurinas de El País:

Debutó en Las Ventas un torero que lanceaba a la verónica con hondura rondeña, ceñia chicuelinas con parsimonia sevillana, adornaba sus faenas con pinturería trianera, ¡y es de Angola! Torero angoleño de color. Un color más próximo a Cagancho que a Morenito de Maracay, o mejor sería decir que a Angel Santa Cruz -aquel valiente torero negro portugués-, pues esta es más adecuada referencia, por razones de origen y de raza. Quizá fuera su pelo azabache bien repeinado con gomina y tiralíneas, quizá el sentimiento que ponía al ejecutar las suertes, lo que hacía recordar al gitano Cagancho y su moreno de verde luna. Y puede que sea una compara ción sacrílega para la mística de la fiesta, pero uno vio así al debutante José Luis Gonçalves, natural de Luanda según datos que facilitan sus biógrafos, cuando se centraba con los no villos y les hacía el toreo profundo

Por entonces tuvo su cumbre para llegar con fuerza a la alternativa. A partir de ese momento su estrella se apagó y fue reduciendo sus actuaciones a su país, para formar pareja artística con Rui Bento, gerente del coso de Campo Pequeno. Sin llegar a apartarse de su mundo del toro -era profesor de escuela taurina- se buscó la vida en el mundo de la moda y la televisión, donde le llegó este percance que lo ha dejado convertido en un vegetal. Aferrado a la vida a una máquina, pero con la desazón de un cerebro que no emite señales.

Hoy, ante la dureza de su situación hay que echar una mano a este simpático y querido torero portugués, bien sea tratando de organizar un festival o de un reconocimiento. De hacer algo para los suyos tengan más medios para cuidarlo. Y esa medida hay que motivarla por parte de esa familia taurina que siempre ha sido tan solidaria con el caído. Por esa razón ahora toca ayudar a José Luis Gonçalves, roto en un hospital de Cascais y en las antípodas de aquellos días que nos enamoró su toreo.

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Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

2 comentarios en “José Luis Gonçalves, un torero roto y olvidado

  1. Ya no hay educación taurina los toreros siempre se pusieron el traje corta para sacar un festival. Para la causa q fuese si fuese para un torero más

  2. Quiero pensar que el planeta de los toros, sigue vivo. Toreros, en Portugal, Francia, México, Perú , Ecuador, España etc. Un torero es siempre un torero. José Luis Gonçalvez, fue y seguirá siendo un grandioso torero portugués. Profesionales Ánimo y al toro, que esté compañero, ahora necesita ayuda. Un aficionado!!

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