La Fiesta, realmente, no necesita enemigos. Otra vez más se ha demostrado que los verdaderos enemigos están dentro, a la batuta del espectáculo. No ha habido más que ver que no se ha aprovechado el parón de la pandemia para reforzar sus estructuras, renovar la Fiesta y hacerla más acorde con esta época. Pero desgraciadamente la Fiesta sigue enclaustrada en el interés y el oscurantismo del ‘sistema’.
Van a lo suyo, con el único interés de llevarse calentito el dinero (cada vez menos, por sus malas gestiones y falta de visibilidad) dando de lado al aficionado, siendo la única actividad económica que patea a su cliente. Y lo peor es que la triste situación vivida no ha servido, porque a la hora de la verdad sigue ausente de luminosidad en los despachos y con demasiados intereses.
Ahora, la última ha sido la nueva matillada en Linares, con la programación de la Feria de San Agustín hecha únicamente bajo el interés de la Casa Matilla (falta únicamente su ganadería). Pero lo más triste es que además han ninguneado al torero local Curro Díaz, al exquisito artista de Linares lo privan de su feria esta Casa Matilla que no tiene más sentimientos que su cartera. Y le dan una patada a esa afición de Linares que ya está harta de ellos y de ese oscurantismo que mencionábamos antes.
Y es que no debemos buscar los enemigos fuera de la Fiesta, ni culpar a nadie. Porque primera hay que ver casa y ser conscientes que el verdadero problema está dentro. Ese si que está matando de verdad a la Tauromaquia. Como esta matillada de Linares contra ese gran artista llamado Curro Díaz.
Que tenía usted contra Joaquin Ramos o es que no era de su cuerda para ser crítico creíble ante todo imparcialidad no amiguismo
Por mi parte cambio a Morante, Manzanares y Roca Rey por Curro Díaz, Urdiales y Emilio de Justo… Con toros de verdad.
Lo de siempre cansa y aburre.