El ‘fichaje’ de don Joaquín Moeckel,

Al letrado sevillano don Joaquín Moeckel le pueden las ansias de notoriedad. Ahora acaba de anunciar a bombo y platillo que ha fichado por Roca Rey. Al leer la noticia pensé estar en el día de Los Santos Inocentes; pero no, aún faltaban casi tres semanas para la llegada de esa fecha. También al leer fichaje deduje que dada su afición taurina e ir a los callejones (paralela a desmedida afición a salir en los medios) podría dedicarse a menesteres más propios en el toreo. Porque ese término de fichaje (heredado de la jerga futbolística), en la jerga taurina se utiliza cuando un apoderado anuncia que se hará cargo de un torero; si un matador contrata a un subalterno o picador. Jamás que un torero, por más figura que sea, tenga que extender su cuadrilla con un abogado. Porque cada torero ha tenido siempre su abogado para solucionar los pleitos o problemas que se le presenten y nunca antes se había anunciado algo así, porque eso forma parte de la discreción de cada cual.

Duele que con la que está cayendo y los duros momentos que atraviesa la Tauromaquia haya personajes que aprovechan cualquier coyuntura para servirse de ella y estar a cualquier precio en la pomada. No es nada nuevo en el letrado sevillano, porque la discreción debía estar de vacaciones el día de su nacimiento. No olvidemos su inmenso ridículo cuando quiso limpiar la escultura dedicada a Curro Romero ubicada en los alrededores de La Real Maestranza, pretendiendo hacerse el héroe (y claro con las fotos a la prensa, que para él tan amigo del autobombo es el principal fin) y no fue más que un ridículo espantoso el tratar de limpiar con productos contraproducentes para la patina de bronce (https://www.glorietadigital.es/2015/12/06/el-senor-moeckel-juega-a-restaurador/).

O su polémica de hace unos años en Salamanca tras los hechos sucedidos ocurridos al arrojarse a un toro de Morante un conocido antitaurino. Entonces, tras un montón de desórdenes, el letrado realizó unas declaraciones atacando a la Policía salmantina, que había protagonizado una brillantísima labor en medio del desorden, hechos que recogimos en su día y se pueden leer a través de este enlace https://www.glorietadigital.es/2015/12/06/el-senor-moeckel-juega-a-restaurador/

Ahora el último ejemplo de su afán por figurar y hacerse notar es anunciar su fichaje por Roca Rey, al igual que semanas atrás pregonó que se hacía cargo de la reivindicación de los hermanos Rivera Ordóñez en el escabroso asunto de la herencia de su padre, el malogrado Paquirri. Ahí también se paseó por los platós televisivos, en vez de tener la discreción necesaria en un asunto tan espinoso. Pero ya se sabe que a Joaquín Moeckel salir en los medios en su prioridad, aunque sea a costa de una Tauromaquia herida y donde ahora hay que apoyar.

En fín no sé qué pensará un hombre tan sensato, tan profesional y de una forma de actuar tan cabal como el actual apoderado de Roca Rey, el maestro vallisoletano Roberto Domínguez de este narcisismo del abogado al anunciar su fichaje. Y qué sitió ocupará en la furgoneta, porque de la manera de anunciar el fichaje será la sombra de la estrella peruana. Porque de Joaquín Moeckel con tal de figurar es capaz de cualquier cosa,; vamos que cualquier día nos sorprende saliendo  al ruedo para pasear las orejas del torero en tarde triunfo. Cualquier cosa.

 

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *