El hoy llamado Camino de Hierro, o lo que es igual el tramo férreo que discurre entre la estación de La Fregeneda, en el paraje de Valdenoguera y el muelle de Vega Terrón, con la vía colgada literalmente sobre el valle del Águeda, hasta su desembocadura en el Duero, en medio de una paisaje espectacular y paradisiaco, vuelve a cobrar vida. De momento sin escuchar aún ese pitido del tren que tanto se reivindica y que algún día volverá a escucharse.
Desde aquel nefasto 31 de diciembre de 1984, cuando el tramo fue clausurado, nunca faltaron voces que reclamaban su reapertura y gentes que lucharon para que esos raíles volvieran a brillar. Pero ninguno de los gobiernos que se sucedieron fueron capaces de dar el paso y eso que fue el gancho electoral en todas las elecciones, prometiendo su inmediata vuelta a la normalidad en caso de alcanzar la poltrona. Sin embargo, como tanta veces ocurre, se olvidaron las promesas con las que engañaron a las gentes. Muchos años después de aquel cierre, una asociación llamada Tod@via fue la que realmente se hizo escuchar protagonizando una heroica labor, limpiando la vía, poniendo en marchas las magníficas fiestas del tren que cada año se realizan en una estación diferente, rehabilitando puentes y siempre haciéndose escuchar. Antes se había creado otra, creo que también llamada Camino de Hierro, que murió enseguida desde el momento que los políticos la quisieron manipular, no faltando quienes en su ignorancia quisieron levantar los raíles para crear una de esa llamadas vías verdes –que han guillotinado tantos ferrocarriles-, algo que hubiera sido un atentado y jamás tendría razón de ser. Pero se supo defender y ahí hubo gente que luchó para evitar ese estropicio y nunca escatimaron esfuerzo para recuperar ese tramo para su verdadero uso con la declaración de BIC.
Conozco esta línea férrea palmo a palmo, tanto su rica historia como su realidad. De hecho creo que en mi ya larga vida de periodista ha estado muy presente y han sido habituales los reportajes sobre ella. Viajé en ella uno de los últimos días que funcionó, siendo aún un chaval. Años más tarde, un día de primavera de 1988, caminé por primera vez su trazado desde Lumbrales a Barca, ya cuando la vegetación comenzaba a candar tramos de la vía, acompañado de unos amigos. Un tiempo después volvimos a patearla, esta vez desde La Fregeneda a Barca y de esos viajes quedan numerosas fotos sacadas con un réflex de la época. También en otra ocasión bajé en la dresina de Vías y Obras de Renfe, que solía hacer el recorrido todos los meses para comprobar si había producido alguna incidencia, porque durante años, la propia Renfe, hacía mantenimiento, engrasaba los puentes, limpiaba los pasos a nivel… Pero incomprensiblemente era insuficiente, porque todo esa magnífica infraestructura se fue perdiendo y la mayoría de las magníficas estaciones acabaron en ruina, cuando deberían haber sido reutilizadas como casas rurales.
En esa época que caminé sobre sus viejos raíles a casi nadie de arriba le interesaba –para ellos era solamente una vía abandonada-, menos aún a los políticos –excepto en las épocas electorales-. Realicé varios reportajes, que ofrecí a distintos medios nacionales –entonces también solía hacer trabajos para Interviu en plan free lance- y a casi nadie interesaban –y quien lo aceptaba metía la tijera sin piedad-. Solamente, a partir de 1994, con la llegada a los kioscos de Tribuna de Salamanca, se comenzó a dar la verdadera importancia que tenía la línea férrea y fueron muchos los artículos y reportajes dedicados a la línea que fimé, desde dar a conocer su historia, hasta entrevistar –por ejemplo- a viejos ferroviarios que trabajaron en ella, o contar infinidad de anécdotas, detalles o vivencias producidas en ella para lograr despertar el interés.
A raíz de aquello, paulatinamente, aumentaba el interés de esta vía y fue una enorme alegría que el periodista más importante en viajes ferroviarios del mundo, el inglés de sangre castellana Michael Portillo (hijo de don Luis Portillo, catedrático de Salamanca exiliado a Londres) le llevase a todos los rincones del mundo a través de su programa de televisión, sin que nadie pusiera explicarse cómo habían dejado oxidar esa verdadera joya, cuya recuperación siempre fue el sueño más deseado. Un sueño que algún día veremos cumplido. Y del que ahora se ha dado un nuevo paso después de evitar previamente que el trazado no fuera desmontando y con ello hubiera sido el mayor expolio contra en el patrimonio salmantino dese la francesada.
Ahora se ha dado una oportunidad y se abrirán sus puertas para que la gente pueda admirar esta maravilla. Pero aún falta mucho trabajo que debe desencadenar en la definitiva reapertura del tramo férreo más impactante de Europa.
Excelente Paco a la altura de esa maravillosa ruta y obra de ingienería.
A esta línea férrea le paso lo mismo que a la línea de la ruta de La Plata
Que a una buena zona del país dejo huérfana de servicios.a mi me gustaría que las dos fuesen rehabilitadas.
Precioso Reportaje Paco de una Joya oculta para la Sociedad, que ahora se puede contemplar su maravilla andando y que sin duda en el Futuro todavía puede ser mejor vía Ferrea más bonita de Europa la Ruta de los Patrimonio de la Humanidad Oporto, Salamanca, Ávila Madrid y Paris, por lo menos están dando ya pasos.