Emilio de Justo escribe otra página de grandeza

                Emilio de Justo volvió a rendir Madrid, gracias a su hondura y pureza, bajo la bandera del clasicismo.  Otra vez más, el torero de Torrejoncillo ha vuelto a regalar a la afición una tarde pletórica para poner a todos de acuerdo con su verdadera dimensión. Con el enorme techo artístico que está alcanzando y que ayer dio un tremendo puñetazo en la mesa de la reivindicación, sin dejar a nadie indiferente, porque él venía con las armas de la pureza y ese clasicismo que siempre otorga el sello de torero de aficionados a quien Dios concedió tan inmenso don y del que Emilio de Justo ya goza desde hace unos dos años. Y aunque se ha hecho esperar la distinción de figura, lo cierto es que Emilio ya luces esa medalla con todos los honores, porque su torería ahora mismo es la que más luces en los cielos de la Fiesta.

Porque el toreo de Emilio de Justo es grandeza, desde sus magníficas verónicas –con la planta de los talones asentada- o sus chicuelinas a compás abierto que un monumento. Y no digamos con la muleta, donde marca diferencia en su manera de citar, de dar el pecho al toro, de correr la mano con ese temple único y siempre con su entrega, para llegar al embroque corriendo la mano con tanta enjundia y despaciosidad. Oesos naturales ralentizados, con los flecos de la muleta barriendo las arenas. O los remates de pecho, auténticas obras al arte del toreo. Y por último su entrega en la suerte suprema, ¡a triunfar o a morir!

Ahora, las campanas toreras de Emilio de Justo vuelven a dar tañidos de alegría desde que este mozo de Torrejoncillo que nació con el don del toreo ya es nombre propio en el Olimpo de las figuras. Todo gracias a su hondura y pureza, bajo la bandera del clasicismo.

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

3 comentarios en “Emilio de Justo escribe otra página de grandeza

  1. Paco para mi Emilio de Justo hoy por hoy ,es el que mejor torea ,es un torero a seguir ,TORERO para buenos aficionados, tu lo as esplicao muy bien ,además es un torero que puede con todas ganaderías .

  2. Mientras sigan montando ferias los de siempre con sus toreros no hay forma de avanzar. Y no piensan que esos mismos (matillas), tienen su fin y el de la fiesta muy próximo. El mal está dentro. Ojalá me equivoque y den cancha a quienes los aficionados queremos ver.

  3. Qué difícil lo ha tenido de Justo pero cómo se ha sobrepuesto y con la clase que atesora está recogiendo sus frutos ante el deleite de los verdaderos aficionados.

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