En el nombre de la madre

En el momento de llegar a la Plaza Mayor de Salamanca y abraza a su madre, acompañado de su hermano Paco.

Poco antes del mediodía del sábado, la Plaza Mayor de La Fuente de San Esteban era una fiesta que abrazaba la emoción y admiración a un personaje que, momentos después, comenzaba una gesta propia de hombres valientes, de las quedan grabadas en el sentimiento para la posteridad y contribuyen a escribir páginas de la historia de los pueblos. Ese hombre, que estaba rodeado de toda su gente mientras no dejaba de recibir parabienes, antes de comenzar su gesta, era Javi Canela, un fuenteño que no necesita presentación. 

Ese Javi que acaparó tantos aplausos en sus tiempos de recortador donde alcanzó el estatus de figura, el mismo que jugaba al fútbol y atesoró todas la condiciones para ser profesional –según palabras sagradas del recordado Antonio Martiño ‘Toñete’- y el que siempre busca nuevas gestas para motivar su vida y hace unos años comenzó a practicar carreras de larga resistencia por alta montaña. 

Por las calles de La Fuente, momentos después de la salida

Pero además, Javi, siempre tuvo presente a su familia, a su pueblo, a sus amigos… a quienes lleva tatuados en su alma. Por eso, por su grandeza humana, que no tiene límites y en homenaje a Pepi, su querida madre, que desde hace unos años vive inmersa en ese mundo de sombras y olvido llamado Alzheimer, quiso tributar un homenaje para esas personas y familias que sufren la misma enfermedad. La enfermedad que ha unido, aún más a su familia para velar por la felicidad de Pepi, una mujer que tiene en su cara reflejada la luz de la dulzura y siempre fue luchadora.

Hace casi un años que Javi empezó a dar luz a su proyecto, a moverse para hacer algo histórico y protagonizar una de esas gesta solidaria de las que se habla con orgullo, de las que se transmite de padres a hijos. Fue ahí cuando puso en marcha el ‘Reto Solidario AFA-Salamanca’ dedicado a la Asociación de Familiares del Alzheimer de Salamanca y que tenía el objetivo de unir la Plaza Mayor de La Fuente de San Estaban con la de Salamanca corriendo por la Cañada Real Extremeña, por el cordel, que dice la gente y que era la ruta de la trashumancia, o el utilizado por las gentes del mundo rural para llevar el ganado al mercado de Salamanca, antes de llegar los camiones. Era una enorme gesta, propia de un superhombre, de un excelente deportista y que nadie había hecho, pero además revindicada y lograba fondos –a través de numerosas aportaciones- a AFA-Salamanca, mientras reivindicaba la maravilla que atesora el viejo cordel como ruta senderista, o de paseos en bici. Y por tanto un guiño a ese medio rural, tan cual ha hecho Javi Canela.

Por la Cabaña Real Extremeña dejando atrás los sesenta y dos kilometros

Y así lo hizo, acompañado de su amigo y compañero, el mirobrigense José Roberto Sánchez Moro, quien por su larga zancada y resistencia es conocido en los ambientes deportivos como La Gacela; junto a ellos varios jóvenes de la zona que lo hicieron en bicicleta, entre ellos Alberto Cabrillas, que triunfa con sus monólogos también revindicando el mundo rural, además de los vehículo de avituallamiento. 

Desde las 12 que salieron de la Plaza Mayor de La Fuente en medio de una enorme expectación y a ritmo de charradas, hasta que llegaron a la Plaza Mayor de Salamanca, alrededor de las 19 horas, los jóvenes sentían sobre sus espaldas el aliento de ánimo de miles de personas, de todo el Campo Charro orgulloso de la histórica gesta, mientras que Javi cerraba los ojos para emocionarse con su madre, a la que dio el último beso antes de la partida y a la que estaba deseando abrazar nada más entrar en la Plaza Mayor de Salamanca para decirle otra vez “te quiero”. Porque esa carrera fue en nombre de la madre. De Pepi, que en su mundo de silencios también supo emocionarse y sentir orgullo con su hijo pequeño, con este Javi ‘Canela’ que ha escrito una página historia con sus zancadas solidarias por las encinas de nuestro Campo Charro. De esta Javi que ha fundido la grandeza y la valentía de un deportista ejemplar. Y a quien hoy dedicamos estas líneas escritas con la tinta de la admiración. 

Un emocionado Javi, en el momento de lograr su gesta

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

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