A Pedro Merino, en su ascenso a coronel

Pedro Merino en una entrevista realizada a La Gaceta Regional a los pocos días de tomar posesión del cargo.

Estas fechas navideñas son también de celebración para la Comandancia de la Guardia Civil de Salamanca. Lo son porque el último día del año, Pedro Merino, máxima autoridad del Instituto en la provincia, alcanzaba el empleo de coronel, esperado desde hacía varios meses. Un ascenso para un excelente Guardia Civil y una persona de infinita humanidad. Para quien en apenas tres años en esta tierra ha realizado una función de mando que quedará herrada para siempre en la Comandancia charra con el sello del respeto, el honor y la caballerosidad. Un magnífico jefe que conocía a cada uno sus hombres distribuidos por los cuarteles de la provincia y, con sus dotes de líder, sabía motivarlos. Quien supo representar a la Guardia Civil con ese gran señorío que luce en la bandera de su vida Pedro Merino, un madrileño de San Sebastián de los Reyes que desde el primer minuto supo sentirse tan cómodo en esta tierra, hacerse amigo de todo el mundo y lograr que la Guardia Civil fuese aún más querida entre toda la población. Hoy luce ya en su uniforme las tres estrellas de 8 puntas y pronto dirá adiós a Salamanca para acometer nuevas empresas de enorme importancia, pero con la raíz salmantina ya para siempre en su vida, al igual que ha prendido la gratitud entre quienes lo conocieron.

Pedro Merino llegó a Salamanca para dirigir la Comandancia en febrero de 2022, hace casi tres años. Lo hacía avalado por el enorme prestigio que supo ganarse en todos los destinos desempeñados hasta entonces, importantísimos, donde uno de ellos fue en la Casa Real como edecán de Felipe VI, tanto en sus tiempos de Príncipe de Asturias como ya de Rey, luciendo con orgullo los cordones que dan fe de esa distinción, al igual que el fajín azul de Estado Mayor algo que también da fe de su enorme reputación, junto a numerosas condecoraciones. 

Hoy escribo estas líneas con la tinta del agradecimiento y la admiración a todo un caballero; a quien pateaba la provincia para visitar las instalaciones de la Guardia Civil y además se podía ver en una celebración taurina (como bien sansebastianense es un gran aficionado a la Tauromaquia), al igual que supo representar al Cuerpo benemérito con esa inmensa categoría y abrirlo a la ciudadanía. Con tristeza en unas semanas le diremos adiós, aunque en el nuevo destino estarán de enhorabuena y especialmente la Guardia Civil, que es el mayor orgullo de España y gentes como Pedro Merino la hacen aún más cercana y querida.

Muchas gracias por estos tres años en Salamanca, en la que ya se lleva tallado en su corazón un botón charro y allá donde lo volvamos a ver tendrá un abrazo de gratitud.

Y siempre a la orden de Ussía, ¡mi coronel!

Presidiendo la celebración del 180 aniversario de la Guardia Civil en la Plaza Mayor de La Fuente de San Esteban.

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

10 comentarios en “A Pedro Merino, en su ascenso a coronel

  1. Un detalle os voy a contar. En una celebración de la patrona montaba mesas, colocaba sillas… Ese jamás se le había visto a un jefe. Y de esas un montón.

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