De conferenciante en Valencia, con Tinto y Oro

Junto al ledesmino Ángel Bartolomé y Manuel Monzó en la charla taurina. FOTO: Fanny Torres

Invitado por la Asociación Cultura, Gastronómica y Taurina Tinto y Oro acudimos la pasada semana a Valencia. A la tierra de las flores, de la luz y del amor que ya vive envuelta en su ambiente de Fallas. A una ciudad maravillosa, tan querida para mí, donde la Fiesta se disfruta tanto o más que en cualquier otro lugar y la que aún llora por tanto dolor como el vivido con la tragedia de la DANA.

Fue un viaje casi relámpago, pero aún así con tiempo para saborear esa magnífica ciudad, respirar sus aires mediterráneos y dejarnos acariciar por los rayos de sol, con un clima en las antípodas del frío reinante en nuestra vieja Castilla. Acudimos gracias a la invitación de Ximo Morales, gran aficionado valenciano que es habitual en numerosas plazas de España y del presidente Manuel Monzó, magnífico anfitrión, además acompañados de gente cercana, ejemplo del ledesmino Ángel Bartolomé, que ha triunfado en la terreta sin perder la esencia de la vieja Bletisa que lo vio nacer. Con ellos es todo más fácil, además de tantos aficionados como estuvieron presentes en el acto, entre ellos el matador de toros madrileño Javier Vázquez, actualmente radicado en Valencia y siempre implicado en las iniciativas taurinas presentes en esa tierra levantina; además de los queridos compañeros en la información taurina Enrique Amat, nieto de don Manuel Casares, quien promovió la plaza de toros de Medina del Campo y después la cedió al Ayuntamiento o Carlos Bueno, por cuyo corazón aún sangran las heridas de la DANA.

Tinto y Oro, situada su sede en el corazón de la capital, muy cerca de la monumental plaza de toros de la calle Játiva, de la estación del Norte y del taurinísimo barrio de Ruzafa, es en sí mismo un museo taurino de Valencia por tantas reliquias como encierra y logradas a través de los 40 años de historia que se dispone a conmemorar en este 2025. Atesoran desde históricas fotos que cuelgan de sus paredes a las maravillas expuestas en sus vitrinas, entre ellos la chaquetilla de uno de los 5 vestidos azabaches que mandó Joselito que le cosieran tras la muerte de su madre, la señá Gabriela. 

En la placidez de la noche primaveral hablamos de la novela taurina Romance de Valentía, que recoge en sus páginas la dureza de la fiesta de esa época, donde tantos jóvenes tributaron con su vida, sin tener a una Concha Piquer que cantase su desgracia y no pasasen al triste anonimato del olvido, como ocurrió con la casi totalidad. Se habló del grandioso torero Manolo González, que inspiró a Antonio del Castillo, protagonista de la obra; de la genialidad de Salomón Vargas, que no fue figura, pero dejó para la posteridad su magistral toreo de capa; de Pepín Martín Vázquez, de quien Javier Vázquez contó vivencias a su lado. De Jaime Marco El Choni, donde hasta sonaron los sones de su pasodoble el barrio de Sagunto tiene un torero/ se llama Jaime Marco ‘El Choni’… Tampoco quedó en el tintero la Salamanca ganadera, a la que iban todos los toreros de Valencia y especialmente El Soro, además de la dureza de la posguerra, que protagoniza Romance de Valentía, para alcanzar los sueños de alcanzar el éxito vestido de luces.

Fue una noche para el recuerdo, rodeado de una afición para enmarcar y unas gentes, las valencianas, que siempre hacen gala de su hospitalidad, del amor a la Tauromaquia y de sonreír para salir adelante ante el drama que acaban de vivir. Por eso, desde siempre Valencia ha sido tan especial para mí, a la que he ido en decenas de ocasiones para hablar de toros y donde cada viaje siempre es un acontecimiento. De ahí mi gratitud a Asociación Cultura, Gastronómica y Taurina Tinto y Oro, que es un orgullo de institución para velar por la grandeza del toreo y a quien felicitamos por estos 40 años y que sigan muchos más con la misma pasión.

PD: Por cierro antes de la conferencia disfruté del encanto de dar un paseo por la vieja Valencia y para hacer un alto en el camino entré en el emblemático bar del Club Taurino, al que tantas fuimos cuando lo regentaba el torero José Hernández El Melenas. Ahora, al volver a pisar ese establecimiento fue emocionante ver una foto de grandes medidas de la leyenda de Santiago Martín El Viti en el lugar más preferente del bar. 

En el bar del Club Taurino, junto a la foto del Viti de grandes propociones situada a la entrada del local.

Acerca de Paco Cañamero

En tres décadas juntando letras llevo recorrido mucho camino, pero barrunto que lo mejor está por venir. En El Adelanto me enseñaron el oficio; en Tribuna de Salamanca lo puse en práctica y me dejaron opinar y hasta mandar, pero esto último no me gustaba. En ese tiempo aprendí todo lo bueno que sé de esta profesión y todo lo malo. He entrevistado a cientos y cientos de personajes de la más variopinta condición. En ABC escribí obituarios y me asomé a la ventana de El País, además de escribir en otros medios -en Aplausos casi dos décadas- y disertar en conferencias por toda España y Francia. Pendiente siempre de la actualidad, me gustan los toros y el fútbol, enamorado del ferrocarril para un viaje sugerente y sugestivo, y una buena tertulia si puede ser regada con un tinto de Toro. Soy enemigo del ego y de los trepas. Llevo escrito veintisiete libros -dos aún sin publicar- y también he plantado árboles. De momento disfruto lo que puedo y me busco la vida en una profesión inmersa en época de cambios y azotada por los intereses y las nuevas tecnologías. Aunque esa es otra historia.

2 comentarios en “De conferenciante en Valencia, con Tinto y Oro

  1. soy un aficionado ded valencia. me gustaria poder contactarf con guillermo ciscar «chavalo» yo era el contable de eliseo capilla padre del almacen que .tenia en la calle ripalda.alguien me puede ayudar.

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