
Hacía tiempos que no aparecía un novillero con la verdad, la personalidad y la torería de Iker Fernández El Mene, del maño hecho en la escuela de Salamanca, convertido en toda una eclosión de la novillería. Ya, en la pasada temporada, dio un serio toque de atención en la novillada televisada de Villaseca de la Sagra y desde entonces, cada tarde que volvía a vestirse de torero, dejaba siempre la tarjeta de su pureza y torería. Llegó casi por sorpresa y en los últimos meses de la temporada 2024 su nombre estaba ya de boca en boca. Aunque esa sorpresa no fue tal para los aficionados de Salamanca que lo vieron torear en los festejos de la Escuela de Tauromaquia, porque ahí El Mene ya sembró la semilla de lo que vendría después, todo ello con su arrolladora personalidad. Que la personalidad es lo que marca en un torero. Y en todo.
Acaba de ser en la primera novillada de Fallas, en tarde fría y lluviosa, cuando El Mene ha puesto a todos de acuerdo, encendiendo una traca en honor a su pureza y torería, porque además atesora la enorme virtud de tener un cañón en su espada, de marcar los tiempos y tirarse a lo alto del morrillo con toda la verdad, con la perfección conjunción de la izquierda (la que de verdad mata).
Ayer abrió la puerta de lo que puede y debe ser este año. Porque con una ilusión como El Mene,que atesora la pureza y la torería, la Fiesta está de enhorabuena.
