La minera Berkeley aterrizó en el Campo Charro bajo la política de la mentira y compró voluntades a golpe de talonario. Con mucha suciedad en su ‘modus operandi’, ocultando la verdad y sin dar la cara a la hora de la verdad para explicar claramente el proyecto. Pero sobre todo han sido tan ruines de comercializar la necesidad de una época para manipular a las gentes humildes disfrazando la desolación en un falso Eldorado. Compró alcaldes y concejales para poder alcanzar su objetivo de poner en marcha unas minas de uranio que traerán muerte y miseria a una de las zonas naturales más hermosas del país.
Berkeley jamás informó de la realidad sobre el gravísimo problema que causará esa mina a cielo abierto y el posterior cementerio nuclear. Ni del enorme destrozo de cerca de 50.000 encinas milenarias, así como del río Yeltes y los posteriores Huebra y Duero, que serán masacrados con los vertidos. Y por tanto también será perjudicada la inmensa zona del Douro vinatero con la radiación de las aguas.
Entre tanta manipulación y mentira en su obrar lo más lamentable es ver a gente que se ha bajado los pantalones ante ellos y cediendo a sus falsedades. A personajes que han puesto la mano y por tanto no quieren a su tierra, de la que dejarán una herencia de un paisaje desértico y cementerio nuclear a sus hijos.
En su huida adelante y en un rosario de mentiras y de compra de voluntades, Berkeley ahora promete crear residencias de la tercera edad en los pueblos que destrozará con la mina asesina y a los que habrá matado definitivamente. Al igual que ha ido haciéndose con otras voluntades, sin olvidar los medios que silencian las mentiras por lucrarse con su publicidad. Pero lo lamentable son los numerosos políticos de manos sucias han que firmado para hacer real esa tropelía, como es el caso del corrupto Arias Cañete. O el de Julián Ramos, alcalde de Guijuelo que defendió la legalidad de esta mina asesina en las Cortes de Castilla y León, olvidando que de los miles de cerdos que se ceban en esos encinares después sale el jamón ibérico de Guijuelo.
Berkeley es todo mentira y trampa. Ha operado bajo el manto de la grisura y escondiéndose de la realidad. Promete míseros puestos de trabajo –que traerán cáncer y muerte-, pero su instalación cerrará un balneario que ha sido un palacio de la salud en medio de un paisaje de postal. Y sobre todo una amplia zona adehesada de Salamanca morirá definitivamente. Una zona que debería haber sido declarara Parque Natural por su alto valor ecológico.
Pero ante tropelía, hoy al menos el Campo Charro respira desde el momento que la Audiencia Nacional estudiará en breves la ilegalidad de esa barbarie al admitirla a trámite contra la autorización que dio el Ministerio de Industria llena de puntos oscuros. A ello nos aferramos como un náufrago a una tabla salvadora. Porque el Campo Charro no puede morir por los intereses de una multinacional que aterrizó en esta zona bajo la política de la mentira y el oscurantismo.
Paco, gracias, si no espor ti y personas como tú, que os estáis currando toda la patraña de este despropósito, estos mineros, o lo que sean, camparían por sus respetos. Conozco la zona perfectamente, trabaje hace años en una Entidad bancaria en La Fuente, allí nació mi hija pequeña, pasé muchos ratos con tú padre en El Cruce, voy todos los años al Balneario de Retortillo y «amo profundamente esa zona», maravilla de la naturaleza. Todo mi reconocimiento, para todos los que estáis «luchando» contra ese despropósito. Un abrazo. Paco Cañizal.
La verdad por sí sola no gana causas ni juicios, si no va acompañada por el respaldo de la gente a la cual interesa. Y la gente del campo Charro es noble, pero perezosa,….. pero cuando se moviliza por una causa justa y común son imparables, lo único que les hace falta muchas veces, es un revulsivo, un agitador de conciencias, en definitiva un Pepito grillo, que los despierte de su letargo social, y para este empeño,….. puede que lo único que haga falta,…. es la intervención de un junta letras,…… Pero no cualquier junta letras, sino aquel que parece tener la virtud de ser el vervalizador y vertebrados, de ese ser, ente, espíritu, estado mental, o como se quiera denominar, que es la conciencia del Campo Charro,…. un junta letras, con algo especial, como es un amor desaforado por su terruño; como el que muestran los locos, los poetas, los soñadores; o algo que sea la mezcla de los 3,……. Como un moderno Quijote, que a la mínima oportunidad te muestra mediante un escrito o una foto, su eterno y desaforado amor por el Campo Charro, defendiendo su hermosura y pureza contra gigantes (en este caso corporativos), venidos de tierras lejanas invocados por algun mago (de la economía). . Por eso que un quijotesco junta letras, que en vez de lanza en ristre, sea con la pluma (o un sencillo ordenador), el que despierte a los charros y los movilice contra los oscuros y lúgubres intereses de esos modernos gigantes que vienen a mancillar la pureza de su Dulcinea, convertida aquí en una hermosa tierra, que se quieren cargar a golpe de talonario; me parece una manera más de ver que el espíritu de aquel noble hidalgo Manchego, paradigma del loco que veía lo nadie veía, proclamaba su amor por su amada y defendía nobles causas a sabiendas de su inferioridad; esta morando, mirando y trotando por tierras charras, vigilante y atento a todo aquello que la ensalza,…. Y la pueda dañar.
Así que mi quijotesco junta letras, sigue así, y por Dios, Ala, Jeova, Buda, o el que tú prefieras, nunca dejes de proclamar su amor por tu tierra, ni te canses de defenderla.
Lo tuyo si es nacionalismo y no lo que se ve por esos mundos…. Del que tú elijas.
Es mi tierra y pueblo à donde naci estoi lejos de ella pero alli tengo casa y yo no quiero que se côtier ta en cementerio gracias por todo y sois grandes