Igual que a un lobo marino solitario, a Curro Díaz, le tocó alcanzar la paz de su particular puerto tras desafiar las olas de la mar embravecida del toreo desde que su nombre fuera molesto para el ‘sistema’. Porque a las bocas del ‘sistema’ le escuece escuchar los nombres de los toreros independientes. Como a Curro Díaz, a quien trataron de apartar aún en contra de los aficionados que reclaman siempre su nombre en los carteles. Pero los analfabetos del ‘sistema’, que no son más brutos porque Dios los libró de la esclavitud del talento para pensar, tras este gran triunfo han quedado otra vez apuntados por su nefasta manera de gestionar.
Ahora que Curro Díaz ha salido otra vez en hombros de Madrid estoy seguro que en vez de alegrarse únicamente pensarán en cómo echar zancadillas en su camino. O en llenarle de chinas sus zapatillas de torero grande y solemne. De uno de los artistas más puros de la torería actual, el que guarda entre los alamares de su traje de luces la grandeza del toreo y que ahora acaba de abrir la caja de su exquisitez para deleitar con dos faenas, macizas y toreras, que han marcado el inicio de temporada de Madrid. Dos faenas de toreo añejo, de quince muletazos y a matar, al igual que hiciera hace unos años el maestro Juan Mora en aquella tarde otoñal que paró los relojes de la Tauromaquia y en la que compartió cartel con el mismo Curro Díaz y Morenito de Aranda en histórica corrida. En tarde memorable que se rememora con añoranza entre la afición y que olvidó el inútil ‘sistema’ que ¡jamás! volvió a repetir ese cartel.
Esta tarde lluviosa y ventosa Curro Díaz de llenado de sabor y clasicismo la plaza de Las Ventas y bienaventurados los ojos que vieron al de Linares, porque sus retinas conservarán el reino de la torería, sobre todo al natural cuando la izquierda sujetó la pañosa y de allí surgieron las mejores notas cual si surgiesen con la sensibilidad de un Stradivarius.
Hoy, este Domingo de Ramos es un día grande para la Fiesta. Para la pura y de verdad, no para los simulacros como los de Valencia fallera de ayer y hoy con el becerro de las figuras. Porque hay esperanza en esta Fiesta gracias a toreros como Curro Díaz que ha vuelto a enamorar las Ventas. ¡Y no está en San Isidro! A ese Curro Díaz que tanto han pretendido torpedear y se ha reivindicado con la elegancia de sus naturales y su clasicismo para saludar los cielos de Madrid que se despejaron para gritarle ¡Torero, torero!
Superior Paco, estuve in situ en la colosal corrida y con lo que ayer vi en Madrid me dan ganas de no acudir esta temporada a ninguna Plaza de Toros para no perder ese sabor que me dejó el toreo de Curro Díaz
Curro Diaz tiene la moneda y la clase……y por muchas piedras en el camino que le pongan si esta inspirado es untorero especial.ARTE Y TORERIA……..ESO LO TIENEN LOS ELEGIDOS…..Y LA AFICION DE MADRID Y TODA LA PROVINCIA DE JAEN LO SABEN….Y ALLI HAY QUE VERLO…..Y PUNTO……ES UN ARTISTA ……Y QUE MEDITEN LAS EMPRESAS…….TOREROS ASI NO ABUNDAN.